viernes, 23 de septiembre de 2011

Viejo satélite de la NASA caerá a Tierra viernes o sábado

satelite nasa
CABO CAÑAVERAL, Florida, EE.UU.- El satélite de 6 toneladas de la NASA no está cayendo a Tierra tan rápidamente como se preveía.

Los expertos de la agencia espacial pronosticaron que la caída se producirá en las últimas horas del viernes o primeras del sábado, hora del este de Estados Unidos. La actividad solar ya no es la principal impulsora de la caída del satélite, cuya orientación aparentemente cambio, demorando su descenso.

La NASA advirtió que existen algunas probabilidades de que la chatarra caiga en Estados Unidos. Previamente había dicho que no caería sobre América del Norte.

Las probabilidades de que una persona pueda verlo son escasas. La mayoría de los avistamientos se producen por casualidad, ya que la trayectoria de reingreso no se puede predecir con la suficiente antelación para alertar a las personas, dijo el canadiense Ted Molczan, quien rastrea satélites como pasatiempo.

En todos sus años de seguimiento, Molczan ha sido testigo de una sola caída a la Tierra -el regreso de un satélite ruso de comunicaciones en 2004.

"Parecía una estrella brillante con una larga cola brillante", escribió en un correo electrónico.

La mejor conjetura por ahora es que el satélite UARS -siglas en inglés de Satélite de Investigación de la Atmósfera Superior- de 20 años de edad caerá en algún momento durante la noche del viernes, hora del este de Estados Unidos. Los últimos cálculos indican que no será sobre Estados Unidos, Canadá ni México.

Hasta el jueves, cada continente excepto la Antártica eran un blanco potencial. Predecir dónde y cuándo el satélite en caída libre aterrizará es una ciencia imprecisa, pero las autoridades deben ser capaces de reducir las posibilidades con un par de horas de antelación.

Si bien la mayoría de los fragmentos del satélite se desintegrarán, se espera que 26 grandes trozos de metal sobrevivan, golpeen y se dispersen en algún lugar del planeta, el más grande de ellos de alrededor de 130 kilos (300 libras) de peso. Con casi tres cuartas partes del mundo cubierto por agua, lo más probable es que sea un amerizaje.

Si el reingreso es visible, "se verá como un meteoro de larga duración", dijo Jonathan McDowell, del Centro Harvard-Smithsoniano para Astrofísica en Cambridge, Massachusetts.

Desde los albores de la era espacial, nadie ha sido herido por escombros espaciales.

Las probabilidades de que alguien en algún lugar en la Tierra sea golpeado por el satélite de la NASA son de uno en 3.200. Pero las probabilidades para una persona determinada son astronómicamente menores: 1 en 21 billones.

Si alguien se topa con lo que supone es una pieza del satélite, la NASA pide que no se toque: La agencia espacial dice que aunque no contiene sustancias tóxicas, podría tener bordes afilados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario