MADRID.- La milicia vasca ETA anunció el jueves el fin de su campaña armada de 43 años por la independencia del País Vasco y llamó a España y Francia a iniciar conversaciones, en una decisión acogida por el gobierno español como un logro de la "razón democrática" que permitirá "una democracia sin terrorismo".
ETA hizo el anuncio al diario vasco Gara, que utiliza habitualmente para difundir sus comunicados. La milicia había declarado el cese de fuego permanente en enero, pero hasta el momento no había renunciado a la lucha armada como herramienta para la creación de un estado vasco independiente, como le reclamaba el gobierno español.
ETA ha resuelto "el cese definitivo de su actividad armada", dijo el grupo en su comunicado. Llamó a los gobiernos español y francés a abrir un proceso de "diálogo directo" para solucionar "las consecuencias del conflicto".
El comunicado no aclaró las intenciones del grupo en cuanto a sus armamentos ni si se disolvería.
ETA mató a 829 personas en atentados de diverso tipo desde fines de los 60. España, la Unión Europea y Estados Unidos la clasificaron como organización terrorista.
El anuncio apareció días después que varias personalidades como el ex secretario general de la ONU Kofi Annan y el líder nacionalista irlandés Gerry Adams asistieron a una conferencia sobre ETA en la ciudad vasca de San Sebastián y le reclamaron que pusiera fin a la violencia.
El presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, instó a los españoles a vivir "la legítima satisfacción por la victoria de la democracia, de la ley, de la razón".
"La nuestra será una democracia sin terrorismo pero no una democracia sin memoria", señaló Rodríguez Zapatero en un comunicado difundido por internet por el Palacio de La Moncloa. "La memoria de las víctimas, de cada una de las 829 víctimas mortales y sus familias, de tantos heridos que padecieron el injusto y aborrecible golpe del terror, nos acompañará siempre. Acompañará a las futuras generaciones de españoles".
También reconoció la determinación de todos los españoles y el apoyo de gobiernos extranjeros, en particular del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy.
Ahora, indicó, "al gobierno y al parlamento que resulten de las próximas elecciones generales les corresponderá conducir esta nueva etapa, que también deberá responder a un compromiso unitario".
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